Puerto de Barcelona

El Diario de Barcelona empezó a publicarse a finales del siglo XVIII, hasta prácticamente la mitad del siglo XIX, se convirtió en una especie de diario oficial de la ciudad de Barcelona. Desde un principio, y a petición del Ayuntamiento de la ciudad, incluyó entre sus secciones “las noticias públicas de arribos de navíos y sus cargas, dietas y demás avisos conducentes al comercio y a la industria”, ya que se consideraba que esto servía para fomentar el comercio y la industria y facilitaba la salida y despacho de manufacturas del país.

Durante el siglo XIX, el Diario de Barcelona se fue alineando con posiciones conservadoras y luchó jurídicamente por mantener su posición de privilegio como concesión real, para evitar la competencia, que era amenazada por el interés de otros impresores en publicar un diario en la ciudad. A mediados del siglo XIX, se produjo un resurgimiento del diario, centrado en la información local y tratando de mantenerse al margen de la lucha política. Esto le favoreció en contextos de represión que logró esquivar por su vinculación con el conservadurismo.

La segunda mitad del siglo XIX fue el momento de su transformación, con la incorporación de la prensa mecánica y de vapor, la instalación del telégrafo eléctrico y el dominio indiscutible del mercado periodístico de la ciudad. En ese tiempo, el Diario de Barcelona se convirtió en una especie de oráculo de la burguesía, que era su principal consumidor y cliente. Por este motivo, su información es mucho más interesante que la proporcionada por algunos de sus competidores, de adscripción republicana y orientados a un público mucho más popular.

Debido a su continuidad y a la exhaustividad de sus registros, el Diario de Barcelona ha sido utilizado previamente por muchos otros investigadores. La novedad en el tratamiento que realizamos ahora es nuestro objetivo de conseguir toda la información que necesitamos de forma automática. Las noticias con las referencias a la entrada de buques en el puerto se publicaron diariamente, lo que permite reconstruir con detalle las características del tráfico portuario de la ciudad.

La versión digitalizada del periódico se localiza en dos repositorios digitales: en el Arxiu de Revistes Catalanes Antigues, sostenido por la Biblioteca Nacional de Catalunya, y en la Hemeroteca Municipal de Barcelona. De 1850 a 1855, se publicó una edición diaria; desde abril de 1855, dos ediciones; y, a partir de 1909, tres.

En definitiva, el Diario de Barcelona es una fuente idónea para el estudio del tráfico y el comercio marítimo de la ciudad de Barcelona.